Casi se percibe el incomparable aroma del cedro. Todos los finos matices de la madera recién aserrada. Los aromas que al inhalar le transportan al bosque. Se ve la luz del sol abriéndose paso entre las copas de los árboles. Las cimas de los árboles se mecen suavemente al ritmo del ligero viento. El musgo de las piedras brilla cubierto aún por el rocío matutino. El día comienza de forma espectacular.