La vida exige polos opuestos. Claros instantes que nos dan fuerza en los momentos oscuros. Una levedad que aligera la gravedad del día a día. La fuerza que nos reafirma cuando nos sentimos débiles. Levo es el buen amigo del que nos gusta rodearnos. Fuerte como el haya que desafía todas las tormentas. Siempre firme. Siempre equilibrado. Nunca aburrido.